viernes, 24 de mayo de 2019

Etnografía institucional como aproximación al habitar cotidiano


Etnografía institucional como aproximación al habitar cotidiano



El presente artículo indaga en el enfoque de investigación y metodología de Etnografía Institucional (EI) como un modo de acercamiento teórico y metodológico a los fenómenos sociales, tomando como punto de partida las experiencias cotidianas, situadas y encorporadas. En particular, la EI se ha desarrollado para develar la manera en que las personas vivencian procesos institucionales de control en la vida cotidiana, cómo los sujetos se relacionan con complejos institucionales y cómo éstos moldean el continuo de sus vidas cotidianas. Siguiendo a Smith (2006, p. 3), la EI “no pretende ser una manera de descubrir el mundo cotidiano como tal, sino de mirar más allá de lo cotidiano para descubrir cómo llegó a suceder como lo hace”. La EI plantea una manera de analizar los fenómenos sociales explicitando a los investigadores en el lugar que están situados, y haciendo de la “experiencia directa del mundo cotidiano el terreno primario de su conocimiento” (Smith, 1974, p. 11).

 La EI pone énfasis en una forma de generar conocimiento con foco en la experiencia de los sujetos, que es siempre localizada y particular (Smith, 1987). De acuerdo con Dorothy Smith (1992), la EI es un modo de acercamiento que toma un “diferente punto de partida” (standpoint), que comienza en la experiencia cotidiana para, a partir de ella, identificar las problemáticas de investigación, entendidas como un desajuste entre lo que es experimentado por las personas en su cotidianidad y la abstracción que se realiza sobre ellas por medio de un régimen institucional que produce relaciones de control. En definitiva, el objetivo es rastrear cómo se moldean las vidas de las personas (Deveau, 2008). 

De esta forma, la EI se diferencia de la Etnografía de las instituciones, desarrollada desde la Antropología en trabajos como los de Shore (2000), Fassin (2013 [2011]) o Lins-Ribeiro (2001), ya que esta última considera a las instituciones en sí mismas como locus del trabajo de campo etnográfico, indagando los efectos que una organización singular tiene sobre las experiencias de individuos concretos. Mientras que la EI rastrea, a partir de la experiencia situada, cómo opera un régimen institucional amplio, modelando translocalmente esas experiencias, a través de la generación de relaciones de control que operan simultáneamente en diferentes localizaciones.

La EI toma su impulso desde una Sociología feminista (Smith, 1992, 1990 y 1987) y posteriormente se propaga a una variedad de campos y disciplinas de investigación, principalmente en torno a la crianza (Griffith y Smith, 2004; Griffith, 1995), la salud (Campbell, 2014; Paulsen, 2015; Ng et al., 2013; Rankin y Campbell, 2006 y 2009) y la educación (Griffith y Smith 2004; Grahame, 1998; O’Neill, 1998; Griffith, 1995), así como se ha desarrollado con bastante éxito en diversos contextos debido a su capacidad explicativa y comprensiva. Sin embargo, la amplia literatura en EI, principalmente en inglés, aún es poco trabajada en América Latina y adaptada a procesos locales, menos aún se ha aplicado para comprender el accionar de intervenciones urbanas.

Este artículo tiene dos propósitos: por un lado, presentar los puntos fundamentales de análisis de esta estrategia como herramienta de investigación y, en segundo término, explorar una puesta en práctica en el campo de los estudios urbanos.

La ciudad es habitada por medio de una diversidad de prácticas cotidianas que se contraponen, resisten y subvierten el conocimiento experto sobre esta, a partir de diversos saberes y conocimientos de carácter cotidiano (Jirón y Mansilla, 2014). No obstante, las intervenciones urbanas se sustentan hegemónicamente en conocimientos expertos de carácter tecnocientífico de orden positivista, que tiende a generar un impacto directo sobre la territorialidad de los habitantes, moldeando la experiencia de habitar la ciudad a través de su fragmentación espacial y temporal.

El presente artículo se basa, primeramente, en una investigación bibliográfica que da cuenta de los propósitos, objetivos y alcances, tanto teóricos como aplicados, de este método, dando cuenta de sus principales giros epistemológicos, ontológicos y conceptuales; después, se presentan algunos principios procedimentales de la EI, además de los campos de estudio en los que se ha aplicado. En segundo lugar, basado en información empírica de trabajo de campo etnográfico en desarrollo en un barrio de Santiago, se propone un ejercicio de análisis que explora en las tensiones entre la vida cotidiana de los habitantes y las intervenciones de un programa de mejoramiento barrial6 . En el caso de la investigación en la que se basa este artículo, el trabajo de campo aún se encuentra en desarrollo, por lo que se presenta la implementación de la primera fase de la metodología propuesta. 

Es importante destacar que la EI es un método que puede ser complementado con otras estrategias de investigación etnográfica, que han mostrado interesantes posibilidades en búsqueda de una perspectiva situada en el campo de los estudios urbanos, tales como las etnografías móviles y multisituadas (Jirón, 2011;Imilán et al., 2015; Spinney, 2011), las etnografías políticas (Auyero, 2012), e incluso las autoetnografías (Iturra, 2014).  

No hay comentarios:

Publicar un comentario